Por Nick Friend, Rob Hodgetts
09:16 ET(13:16 GMT) 15 Abril, 2019
(CNN) — “Es surreal”.
Así es como Tiger Woods intentó describir un domingo extraordinario. Una quinta chaqueta verde, su primera victoria importante en 11 años; una historia que el mundo se había resignado a no volver a ver.
Ya ha sido acuñado por muchos como el mejor regreso deportivo de todos, un viaje que incluye una cirugía de fusión de la columna vertebral que salvó su carrera y una serie de problemas personales que amenazaban con poner fin al camino de un ícono del golf.
Cuando dio el golpe ganador levantó los brazos, con su palo de golf por encima de su cabeza. Luego recibió los elogios de sus compañeros de juego, acompañados por un ferviente rugido de un público adorador.
Luego, fue hacia su familia. Fue una imagen para la memora: la finalización de un ciclo que muchos temían nunca alcanzaría su final natural. La imagen de Woods abrazando a su padre Earl después de ganar su primer Masters en 1997, es legendaria. Ahora, Woods, el padre, estaba abrazando a sus hijos, a su madre, a su novia y a cualquier otra persona cercana. (Earl Woods murió en 2006).
“Hice lo mismo con mi padre y ahora soy el padre con mi hijo haciendo lo mismo”, reflexionó ante Andy Scholes de CNN. “Es increíble cómo evoluciona la vida, los cambios. Eso fue hace 22 años, cuando mi padre estaba allí y ahora mi hijo está allí, mi hija estaba allí, mi madre está ahí. Mi madre estuvo allí hace 22 años y el hecho de que todavía esté dando vueltas, todavía pataleando, todavía peleando, demuestra su capacidad de recuperación”.
“Es difícil de comprenderlo en este momento. Quiero decir, honestamente, solo han pasado unas horas desde que gané eltorneo. Todavía estoy tratando de disfrutarlo y darme cuenta de que realmente lo gané. Sé que tengo puesta la chaqueta verde, pero aún así, creo que va a tomar un poco de tiempo darme cuenta”.
La batalla por la gloria
A mitad de la cuarta ronda de Woods parecía que el sueño podría hacerse realidad, pero el estadounidense Francesco Molinari, seguía siendo un obstáculo.
Pero el italiano encontró agua en el peligroso hoyo 12 en el corazón del campo, lo que representó un cambio en la marea que rara vez se veía. Se abrió un camino y la atmósfera en el famoso y antiguo curso cambió: en Augusta los patrocinadores pasaron de anhelar a creer que sí se podía ganar.
Woods, por supuesto, nunca había perdido la fe. Los campeones siempre creen, y ha habido pocos ganadores en serie más decididos que este golfista, cuya importancia ha trascendido desde hace mucho el golf.
“No pensé que llegaría el triunfo”, le dijo Woods a CNN sobre su sueño de lograrlo.
Su batalla con Molinari en Carnoustie lo había llevado a creer eso. También había quedado en segundo lugar detrás de Brooks Koepka en Bellerive en el Campeonato PGA de 2018.
“Sabía que estaba en mí, ahora, ¿pensé que iba a ser esta semana? No. Pero tuve un buen presentimiento”, agregó Woods, quien ahora subirá al No.6 del ranking.
“Ahora estar entre los mejores y ganar un campeonato son dos cosas totalmente diferentes. Los dos últimos campeonatos principales, sí, yo estaba en la lista, pero no gané. Todo se giró en el 12 cuando sabes que Franky hizo un error allí. Y con seis o siete jugadores con la oportunidad de ganar el campeonato se complicó un poco, pero afortunadamente pude lograr algunos de mis mejores tiros de golf toda la semana”, dijo Woods.
Atrapar a Nicklaus …
La emocionante victoria del domingo pone al mundo anterior No .1 solo a tres majors detrás del récord histórico de Jack Nicklaus.
Sólo su compatriota Nicklaus ha ganado más Masters (seis). Woods también se une a Nicklaus como el único jugador que ha ganado el Masters en tres décadas diferentes después de que logró su primer título cuando tenía 21 años en 1997.
“Es abrumador solo por lo que ha ocurrido”, agregó Woods en la ceremonia.
“El año pasado tuve mucha suerte de volver a jugar. En la anterior Cena de Campeones, tuve muchas dificultades y me perdí un par de años de no jugar este gran torneo y ahora soy el campeón”, añadió Woods.
“Ha sido un domingo épico aquí en el Masters y uno de los más grandes días para el golf”, dijo el presidente de Augusta National, Fred Ridley.
¿El mejor de todos?
Muchos descartaron la carrera de Woods cuando las lesiones le pasaron factura en la clasificación mundial de 2017, y en su vida
Admite que las tareas cotidianas como levantarse de la cama, conducir y llevar a sus hijos a la escuela le costaba trabajo, y se ha informado ampliamente que durante una Cena de Campeones pre-Masters hace un par de años dijo: “Ya terminé”.
Pero después de ver a un especialista en Inglaterra, Woods se sometió a una cirugía de fusión, su cuarto procedimiento de espalda en EE. UU.. Sin embargo, mientras las cosas se veían sombrías desde el punto de vista de juego, Woods parecía haber tocado fondo cuando fue arrestado conduciendo ebrio, también en 2017. Se declaró culpable de conducir de manera imprudente. Pero a partir de ese momento, la trayectoria de Woods ha llegado a las alturas.
Por consejo médico, empezó a golpear pelotas de golf en su casa a fines de agosto de 2017 y regresó al circuito en 2018 con un éxito notable. Lideró brevemente el Abierto en Carnoustie antes de terminar segundo con Koepka en la PGA de EE.UU.. También ganó el Campeonato de Tour, su título 80 de PGA, solo dos detrás del récord de Sam Snead.
Y ahora esto.
“Este es uno de los más difíciles que he tenido que ganar debido a lo que sucedió en los últimos dos años”, agregó.
“Había mucho alboroto por ahí, tratando de averiguar qué estaba sucediendo, pero estando presente y concentrándome en lo que estaba tratando de hacer. Me gustó”.
Informacion tomada de cnnespanol.cnn.com
fotografía Crédito: Kevin C. Cox / Getty Images.